Los sueños de Agua Bonita

LOS SUEÑOS DE AGUA BONITA 

La llegada de las Zonas Veredales no solo ha llenado de esperanza a los integrantes de las FARC, quienes ven en el proceso de paz una oportunidad para el inicio de una vida distinta; también ha llenado de sueños a las comunidades que han vivido desde siempre en los territorios donde se ubican dichas Zonas, y que históricamente han sufrido del olvido del Estado.

Sin embargo, con el comienzo de la implementación del proceso de paz y el establecimiento de las Zonas Veredales, esto ha comenzado a cambiar, y los ojos del Estado se han posado sobre aquellos lugares remotos y olvidados. En ello las comunidades ven la posibilidad de mejoras en la infraestructura de sus territorios, beneficios para el desarrollo de sus proyectos productivos; en general, oportunidades de mejoras en su calidad de vida.

Así lo cuenta Jairo Baquiro, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Agua Bonita, donde se encuentra la Zona Veredal Transitoria de Normalización que lleva el mismo nombre, en el municipio de La Montañita, Caquetá: 

“Pues surgen muchas expectativas. Este proceso nos ha puesto a soñar a todos con el país que queremos… creemos que nos va a traer beneficios con los diferentes programas, proyectos. Eran cosas que antes era imposible soñar, por ejemplo decir: <me van a ayudar a que me adjudiquen el predio que tengo>, temas productivos… esperamos cosas positivas de este proceso”.

Y es que los cambios ya se han empezado a ver en Agua Bonita y las veredas vecinas. Donde antes existía el miedo, ahora renace la esperanza y, ante todo, se vive con más tranquilidad:

 “Hay muchas cosas que han venido mejorando, Por ejemplo, teníamos área restringida después de las nueve de la noche. Ya ahorita andamos a cualquier hora. Lo otro es los impuestos que cobraba las FARC que no se ha vuelto a generar dentro de la vereda, ni en las veredas vecinas…”, afirma Jairo.

Es así que el inicio del proceso de paz ha traído esperanza para las regiones más olvidadas de Colombia, y la posibilidad de una paz que va mucho más allá de la entrega de las armas, sino que se extiende a oportunidades de desarrollo en los lugares más afectados por el conflicto, y de mejores oportunidades de vida para las comunidades. De eso, precisamente, se trata la construcción de una paz estable y duradera.

 

Escrito por Laura Santamaría, Oficial de Información Pública Regional Florencia
Misión de la ONU en Colombia, mayo de 2017