El renacimiento de Madrigal: superando el fantasma de la guerra

EL RENACIMIENTO DE MADRIGAL: SUPERANDO EL FANTASMA DE LA GUERRA

"Llegó a ser imposible moverse en este pueblo, uno escuchaba los disparos y salía de la casa para ver a quien habían matado” Con estas palabras, José inicia la descripción de los dramáticos momentos en los cuales el corregimiento de Madrigal, perteneciente al municipio de Policarpa (Nariño), era asediado por la maquinaria de la guerra.

Era increíble, recuerdo una vez que cogieron a un muchacho en la esquina de la cancha -señalando un punto a la izquierda del actual polideportivo del pueblo- le pidieron papeles y a los dos segundos le dispararon… sin por qué ni para qué” En su cara se evidencia el impacto que le generaba ese recuerdo. Su voz se apacigua, su mirada se consume en una tristeza profunda y sus manos tiemblan levemente.

En el poblado donde José vive hace 65 años, fue ubicada la Zona Veredal Transitoria de Normalización de Betania, conocida en la zona como “La Paloma”, por el nombre que recibe la montaña donde se encuentra ubicada. El lugar fue un enclave estratégico en el momento que las FARC, los grupos Paramilitares y las fuerzas del Estado Colombiano se enfrentaban por el control del corredor estratégico que conduce el rio Patía.

Junto a José se encuentra Alberto, quién lleva 55 de sus 70 años viviendo en una casa contigua a la pequeña plaza central de Madrigal. Los recuerdos de José impulsaron evocaron en él otra dramática anécdota, una en la cual el pueblo entero se encontraba sitiado por las confrontaciones. Era una época donde Policarpa salía en noticias nacionales, debido a los muertos y heridos que semanalmente dejaba el conflicto.

Nos tocaba escondernos debajo de las camas cuando empezaban los disparos… Era tan grave, que, con todo respeto, nos tocaba miar -orinar- adentro, no podía uno salir ni al baño” Menciona don Alberto, quien trata de darle un toque jocoso a una situación que parecía no tener fin para esta remota localidad, ubicada a 4 horas y media de la Carretera Panamericana.

Pero todo ha cambiado…

Esto se ha calmado muchisimo, ahora uno ve a la gente en la calle a toda hora. Incluso, mire -señalando la polvorienta cancha de voleibol- los jóvenes se divierten, eso era algo que no se veía antes”. La forma como José expresa esta opinión embarga de alegría a quien quiera que lo escuche. Sus ojos, previamente cubiertos por el aura tristeza, ahora esta provistos de tranquilidad.

“Ojalá esto dure muchos años más, esta es una muy buena tierra y la gente que vive acá también es así” recalca Alberto. Quién asegura que los avances fruto del proceso de paz y la presencia del campamento ha generado un nuevo renacer en este antiquísimo enclave, que era en épocas de la colonia, parte de la vía que comunicaba a Santafé de Bogotá con San Francisco de Quito.

Al respecto, Alberto asegura que a pocos kilómetros del municipio se libró una gran batalla en épocas de la independencia. Añora que, en un futuro, las personas recuerden a Policarpa como un enclave histórico y no como un espacio de confrontación.

 

Por Daniel Sandoval, Oficial de Información Pública. Regional Popayán. 
Misión de la ONU en Colombia, julio de 2017.