El Sistema de Naciones Unidas celebra el compromiso del Gobierno y de las FARC-EP de mantener el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, y de continuar con las medidas de construcción de confianza de carácter humanitario “tales como, la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, los planes pilotos de desminado humanitario, la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, los compromisos respecto a la salida de menores de los campamentos y sobre la situación de personas privadas de la libertad.”

La protección de la vida y los derechos de todos, especialmente las víctimas, debe ser la prioridad en este momento.

Quisiera resaltar que la presencia de Naciones Unidas en Colombia en este momento tiene dos compontes. Por un lado, está la Misión Política que lidera el Representante Especial del Secretario General, Jean Arnault, a la que las partes han solicitado monitorear el cese al fuego bilateral y definitivo. Y por otra parte, las Agencias, Fondos y Programas, cuya presencia se remonta a 1950 y que yo represento aquí el día de hoy como Coordinador Residente. Actualmente tenemos presencia en 24 de los 32 departamentos en los que trabajamos de la mano de las instituciones nacionales y locales, y de las comunidades, en temas relacionados con la construcción de la paz, los derechos humanos y el desarrollo.

Este Sistema de Naciones Unidas en Colombia ha apoyado, apoya y continuará apoyando iniciativas de construcción de paz de los colombianos al lado de las comunidades y territorios más afectados por la violencia.  Continuaremos con este apoyo y acompañamiento al pueblo colombiano.

Para nosotros la construcción de la paz significa cambios tangibles y rápidos en la vida de las comunidades más afectadas por años de conflicto. Por esto apoyamos la presencia del Estado en los territorios, las medidas de la generación de confianza, el fortalecimiento de las instituciones y las acciones que permitan que todos los colombianos se beneficien del desarrollo social y económico del país.

No es el momento de abandonar a las comunidades más golpeadas por la guerra; no es el momento de abandonar a las víctimas.

Celebramos la buena voluntad y disposición expresada por todas las partes para encontrar caminos que permitan que la paz sea realidad y refleja las perspectivas de los diferentes sectores de la población.

Hoy la paz en Colombia está más cerca que hace cuatro años. Como lo mencionó el Secretario General, estamos “firmemente convencidos de que la paz aún puede lograrse”.

En este esfuerzo las Agencias, Fondos y Programas de Naciones Unidas en Colombia están comprometidas para acompañar al país.